¿Sabías que la cistitis en perros no se limita a una simple infección urinaria? Se refiere a la inflamación de la vejiga, pudiendo presentarse de forma aguda o crónica.
Aunque las infecciones bacterianas, como las provocadas por Escherichia coli, son una causa frecuente, esta afección puede tener diversas causas.
Por ejemplo, la aparición de cálculos o cristales en la vejiga puede irritar su revestimiento, ocasionando inflamación y malestar, lo que complica tanto su diagnóstico como su tratamiento.
Este artículo te ayudará a entender mejor esta enfermedad, su diagnóstico, síntomas, cómo prevenirla de manera natural y tratamiento adecuado.
¿Qué factores influyen en la cistitis en perros?
La cistitis en perros puede ser influenciada por varios factores:
- Diabetes y Medicamentos:
La diabetes y el uso de fármacos inmunosupresores, como la cortisona, incrementan las probabilidades de cistitis en perros.
Estas situaciones alteran el equilibrio normal de la vejiga, favoreciendo la inflamación. En perros diabéticos, el exceso de glucosa en la orina facilita el crecimiento de bacterias, agravando la inflamación.
- Edad:
Los perros de mayor edad, con defensas más debilitadas y propensos a enfermedades crónicas, son más susceptibles a sufrir inflamaciones en la vejiga y a desarrollar infecciones urinarias.
- Cistitis Intersticial:
Un tipo más complejo de cistitis en perros es la cistitis intersticial. En este caso, la vejiga se inflama sin que haya una infección evidente.
Este tipo de cistitis es complicado de tratar, ya que no responde a los métodos tradicionales, requiriendo un tratamiento más especializado y completo.
Síntomas de la cistitis en perros
La cistitis en perros puede manifestarse de varias formas, algunas más fáciles de identificar. Los principales síntomas incluyen:
- Hematuria: Sangre en la orina, uno de los signos más visibles.
- Disuria: Dolor o dificultad al orinar, lo que puede causar que el perro se queje o adopte posturas inusuales al hacerlo.
- Poliuria: Aumento en la frecuencia de la micción, lo que puede llevar a «accidentes» en casa.
Además de estos síntomas más comunes, también pueden darse señales menos evidentes.
Por ejemplo, si tu perro empieza a lamerse excesivamente la zona genital o si observas cambios en el color y olor de la orina, estos son indicios importantes de cistitis en perros que no deben pasarse por alto.
¿Cómo diagnosticarla de manera efectiva?
Es fundamental acudir al veterinario para un diagnóstico preciso de la cistitis en perros, ya que se utilizan varios métodos para identificar la causa:
- Examen físico: El veterinario palpa el abdomen del perro para detectar signos de dolor o inflamación en la vejiga.
- Análisis de orina: Es la prueba principal que puede revelar la presencia de sangre, bacterias o cristales en la orina. También se puede hacer un cultivo para identificar la bacteria y elegir el tratamiento adecuado.
- Pruebas de imagen: Radiografías o ecografías ayudan a visualizar el interior de la vejiga y descubrir problemas como cálculos o tumores.
- Endoscopia: En casos más complejos, permite una inspección directa del interior de la vejiga para obtener detalles precisos sobre la afección.
Tratamiento adecuado para la cistitis en perros, ¿Qué opciones tienes?
El tratamiento para esta afección generalmente incluye antibióticos, cuya duración depende de la gravedad de la infección.
Los tratamientos más cortos son comunes en casos esporádicos, mientras que infecciones recurrentes requieren evaluaciones más detalladas y ciclos prolongados. Además, es crucial completar el ciclo de antibióticos para evitar recaídas o resistencia bacteriana.
Mantener al perro hidratado es fundamental para limpiar la vejiga. Una opción ideal es la dieta BARF, que proporciona entre 70-75% de agua, en comparación con el pienso que solo aporta 10-15%.
Esta alimentación basada en alimentos crudos, además de mejorar la hidratación, fortalece el sistema inmunológico y aporta los nutrientes necesarios para facilitar la recuperación.
En casos con cálculos en la vejiga, el veterinario podría recomendar dietas especiales, como la dieta natural BARF, que ayuda a reducir la formación de cálculos y apoya la salud del tracto urinario.
Con el cuidado adecuado y la dieta correcta, el perro puede recuperarse y disfrutar de una vida saludable.
¿Cómo prevenirla de manera natural?
Considera las siguientes medidas:
- Higiene:
Mantén una limpieza regular de la zona genital, especialmente en hembras, para reducir el riesgo de infecciones bacterianas.
- Hidratación y alimentación:
Asegura el acceso constante a agua fresca y proporciona una dieta equilibrada, como la dieta natural BARF, que hidrata en mayor proporción que la comida ultra procesada y ayuda a mantener un pH urinario saludable.
- Orinar con frecuencia:
Permite que tu perro orine regularmente para eliminar bacterias y prevenir la retención urinaria.
- Chequeos veterinarios:
Realiza exámenes regulares para detectar problemas de salud a tiempo y ajustar la dieta y el cuidado preventivo.
Esta patología común que requiere atención seria. Adoptar un enfoque proactivo en diagnóstico, tratamiento, prevención y seguimiento es crucial para asegurar la salud de tu perro.
Con el cuidado adecuado, tu amigo peludo puede disfrutar de una vida plena y feliz 🤗💚